Utopia La Mia | Las bases
535
post-template-default,single,single-post,postid-535,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,footer_responsive_adv,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-12.1,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-5.4.2,vc_responsive

Las bases

Recientemente tuve la oportunidad de trabajar en una actividad de trabajo en equipo. Consistía en que, guiados por unos planos, armáramos una estructura tipo parque infantil. Armados de energía, pasión y entrega empezamos el trabajo hacia el mediodía. 4 horas después habíamos finalizado la construcción de un parque infantil recreativo.

Dimos acceso a los niños para que hicieran la prueba de la estructura. En 10 minutos el parque se cayó. La razón: La base de la cual nos confiamos para construir el parque no era sólida, y al verse sometida a prueba, falló y se fue a pique.

Pasa en los parques infantiles. Pasa en las relaciones. Pasa con la preparación para una competencia física. Las bases sobre las que se edifica son la clave para que lo que se asienta sobre ellas resista cuando son puestas a prueba.

Las bases de la vida son los principios. Cada uno, a través de los años, establece sus principios como las bases sobre las que va a edificar su actuar, sus relaciones, su respuesta ante la vida. La mayoría de personas han sido educadas para seguir sus principios como valores no negociables, tratando de seguir un actuar claro y coherente entre lo que se piensa, dice y hace.

Esos principios también son sometidos a prueba. Pruebas que vienen en forma de situaciones, tentaciones, personas que llegan a nuestra vida para probar qué tan sólidos y comprometidos estamos con lo que hemos establecido. O qué tanto hemos cambiado y por lo tanto nuestros principios han mutado. O qué tan débiles están y cómo pasamos por encima de ellos para afrontar una situación.

Las pruebas son importantes, porque fortalecen la base, pero hay que tener en cuenta que el rompimiento de esa base genera afectados. La buena noticia es que, en algunas ocasiones, con compromiso y decisión, queda espacio para la reconstrucción que dependerá también de la reparación del daño al afectado.

Claro está, no siempre es posible reconstruir o la reconstrucción puede tardar largo tiempo. Inclusive, no es lo mismo reconstruir una base física, que una base corporal o una base de relación emocional. ¿Por qué? Porque implica un compromiso mayor y generar de nuevo confianza en quién se vio afectado. En el caso del ejemplo los afectados fueron los niños que jugaban en el parque y que en una nueva oportunidad pueden tener miedo y llegarán más prevenidos. En la vida, el afectado puede ser uno mismo como en el caso de una lesión corporal por una indebida preparación física; aunque generalmente el afectado es nuestro prójimo, que confió en unas bases y principios pero que se reventaron de un momento a otro.

El tiempo de la reconstrucción varía, porque implica reparar y recuperar la confianza en unas bases que ya fallaron una vez. Una base física en cualquier caso es más fácil de reconstruir y fortalecer. Sin embargo, una base emocional requiere trabajo y perseverancia. Lo mejor, en temas de relaciones, será resistir la prueba y salir fortalecido. En todo caso, sólo si existe voluntad, compromiso y perseverancia, será posible reconstruir.

Para quienes tengan la duda, haremos lo posible para que el parque sea reconstruido con materiales más sólidos que resistan la prueba de la energía.

No hay comentarios

Deja un comentario