Utopia La Mia | Contra el tiempo
Bastantes cosas en la cabeza tiene un emprendedor, ¿no? ¡Y con el reloj pisándole los talones!
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Contra el tiempo

Contra el tiempo

Recientemente hablaba con un colega emprendedor acerca del tiempo que todos los que tenemos una idea de negocio invertimos en lograr que esa simple idea se transforme en un modelo de negocio. Elaborar planes, analizar fuentes de ingreso, revisar el público objetivo y cómo llegarle mejor, cómo poder retener cada cliente, considerar qué tipo de talento se requiere para desarrollar el modelo, no perder de vista implicaciones administrativas y legales; todo esto sin olvidar que el modelo ante todo debe ser sostenible financieramente. Y ojalá en el mediano plazo.

Esto es a lo que se enfrenta un emprendedor común. Una persona que está dispuesta a invertir en la creación de su propia empresa. Su mayor activo: el tiempo. Su mayor miedo: que se le acabe el tiempo. Y por tiempo entiéndase el músculo financiero que le da la libertad de dedicarse a su idea.

Si además la idea que tiene el emprendedor es innovadora y busca dar solución a un problema antes desatendido, o cambiar la forma en que se solucionaba antes ese problema, la celeridad con que debe trabajar es aún mayor y el factor tiempo siempre está marcando su mente. Tic tac tic tac. Debe demostrar, en tiempo prudente, que su idea es efectiva, vendible y que además puede ser sostenible. Inventando siempre porque nunca antes nadie lo ha hecho así. “Fallar pronto” o “fallar barato” es lo que recomienda la literatura en estos casos.

Bastantes cosas en la cabeza tiene un emprendedor, ¿no? ¡Y con el reloj pisándole los talones!

Este resumen extra ejecutivo de los pensamientos y preocupaciones recurrentes de un emprendimiento lo hice para hablar de un aspecto crucial para el emprendedor: El tiempo. El recurso más limitado de todos. El que se agota. El que no se recupera. El que no sobra.

La mayoría de emprendimientos inician operaciones con un déficit de caja que no juega a su favor. Un flujo de caja restringido hace que, mientras perfecciona su producto o servicio, el instinto de supervivencia del emprendedor vea en todo aquel que se le acerque un potencial aliado, inversionista o cliente que se interese en su idea.

Es aquí donde nuestra cultura colombiana a veces no juega a favor del emprendedor. A los colombianos nos cuesta decir no. Siempre respondemos con “yo te aviso”, “si algo llego más tarde”, “suena muy interesante, vamos por un café y me cuentas más”. Y lo peor es que respondemos con estas evasivas teniendo muy claro el no en nuestra mente. No quiero. No puedo. No estamos alineados. No lo veo viable ahora.

En otras culturas una simple llamada de 20 minutos basta para que te digan no, no me interesa. O no, es interesante pero no es mi enfoque. O si, me gusta y vamos al grano para que esto funcione.

Si queremos seguir apoyando el emprendimiento, ser el epicentro de la 4ta Revolución Industrial, que es además inevitable, y fomentar la economía sostenible y creativa, debemos adaptarnos a esas nuevas formas de hacer negocios. Son pequeñas ideas las que tienen el potencial de revolucionar los grandes conglomerados económicos. Y esa pequeñez y dinamismo se mueve a ritmos rápidos y claros. Sin necesidad de tener que hacer ver las cosas bonitas por pena, sino prácticas. Sencillas. Al punto.

La de valorar al tiempo ajeno es sólo un ejemplo de la cantidad de adaptaciones que tiene que hacer la industria y la cultura de hacer negocios para lograr comprender y moverse al ritmo que se mueve un emprendedor. Pero eso me daría material para 2 hojas más.

Para concluir, quisiera solo decir que se agradecen los no tempranos y sin rodeos. Mucho. Son un premio al respeto por la idea de quien emprende. Se agradecen también los no tardíos cuando aportan, pulen y mejoran la idea que se tenía.

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Espero que, si leyeron hasta aquí, la próxima vez inviten al café al emprendedor 🙂

3 Comments
  • Felipe
    Posted at 21:43h, 24 Abril Responder

    Y que tal si quitamos el concepto del tiempo al crear?

  • Catalina Gutierrez
    Posted at 22:02h, 29 Abril Responder

    July muy de acuerdo contigo, culturalmente debemos promover en todo sentido el respeto por el tiempo del otro, en cosas incluso tan simples como llegar puntual a una reunión. Abrazos

    • utopia
      Posted at 21:27h, 22 Mayo Responder

      Estamos en la misma vía Cata. Gracias por leer. Somos los emprendedores los llamados a dinamizar y cambiar estas prácticas.

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